La Parroquia San Andrés Apóstol de Pasto tiene una rica historia que se remonta a la promesa realizada a San Andrés en 1580, tras una erupción volcánica que generó pánico en la población. La promesa, hecha por los padres franciscanos en nombre de la ciudad, buscaba la protección de San Andrés y el cese de los peligros. Como resultado, se construyó una ermita en honor a San Andrés en el lugar donde antes se encontraba la iglesia de San Francisco.

La parroquia fue erigida oficialmente el 1 de agosto de 1938, mediante el decreto 178 dictado por el obispo de Pasto, Monseñor Diego María Gómez. Este evento marcó un hito en la historia de la ciudad, ya que la nueva parroquia de San Andrés se segregó de las parroquias de San Agustín y San Juan Bautista, con San Andrés Apóstol como su titular y patrono.

La Parroquia ha sido un punto de referencia espiritual y comunitario. Su fundación y reconstrucción a lo largo de la historia, marcada por desastres naturales y esfuerzos de reconstrucción, reflejan la resiliencia y la construcción de una comunidad cristiana comprometida con la Iglesia y su misión evangelizadora.