La Parroquia Niño Jesús de Praga fue creada por decreto 275 del 29 de abril de 1986, por Monseñor Fray Arturo Salazar Mejía como obispo de la Diócesis de Pasto. La Población que conformaría esta Parroquia hacía parte de la Parroquia de San José Obrero, que en ese entonces cubría hasta la zona de Obonuco. Ya constituida esta Parroquia los barrios que la conformaría eran un total de seis (Tamasagra I y II etapa, Mijitayo Alto y Bajo, Santa Isabel y Altamira.

El primer párroco encargado de orientar a esta comunidad fue el Padre Rodrigo Arias López, quien por sus relaciones de amistad con las hermanas franciscanas, pidió le concedieran la imagen del Niño Jesús de Praga que era muy venerada y de gran devoción por parte de la comunidad; es así como el 31 de mayo de 1986, en solemne procesión salen las hermanas y algunos feligreses a entregar la imagen del Niño Jesús, que fue recibida por una multitud inmensa de personas en la Avenida Mijitayo, donde todas las personas lo acompañan hasta el lote donde se construiría su templo.

En este lugar se acondicionó un templete que recibía a los numerosos devotos que llegaban a visitar al Niño Jesús. Durante la semana, las Eucaristías se realizaban en casas de las familias junto al lote y los domingos en el templete. La comunidad muy entusiasta y fervorosa comenzó a organizarse para animar Las Eucaristías, con grupos musicales, la realización de actividades para recolectar fondos en pro de la construcción del templete. A finales de 1986 comienza la construcción de la capilla, que abre sus puertas a la comunidad el 1 de junio de 1987, con una propuesta de arquitectura moderna.

Los párrocos que han servido a esta comunidad en los siguientes años han continuado la obra material y la adecuación de espacios, con el apoyo de la comunidad; destacándose la construcción de la torre del templos, la construcción y mejoramiento de la Casa cural y despacho parroquial.